martes, 23 de septiembre de 2008

Be Friki

A ver, a ver... ¿quién me puede decir hoy en día, qué o quién es normal?

La http://www.rae.es/normal propone 5 definiciones, de las cuales 2 son definiciones de geometría:

1) Dicho de una cosa: Que se halla en su estado natural.
2) Que sirve de norma o regla.
3) Dicho de una cosa: Que, por su naturaleza, forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano.

Evidentemente, en una sociedad, "el normal, es algo así como el individuo que se ajusta a "un promedio", que conserva algunas características. (Definir lo definido)

Afortunadamente (para mi y para "el promedio"), decidí estudiar una carrera, que no le llega ni a los talones (por cantidad de inscriptos y/o egresados) a las carreras "top", ni siquiera es una carrera Social.
Algo que también no se ajusta al promedio, es la poca importancia que le doy a "lo que se va a usar", no me gasto fortunas en ropa, me visto como me gusta, y trato de no verme "uniformada". Y éstas "cositas" son solo el principio de mi supuesta "anomalía"...
Aún así, no creo en la "anormalidad social", ni la ambigüedad del término "tribu urbana"... (No creo pertenecer a ninguna), por el contrario, me gustan más las palabras "individualidad", "personalidad" y afines.

Ahora bien (ésto puede no sonar tan extraño...), hace poco comencé un taller de divulgación ambiental. Uno de los primeros ejercicios es narrar un anécdota, el tema es libre y la fecha de entrega se aproxíma.
Si bien, yo empecé a redactar una, la descarté por no ser emotiva. Entonces, decidí hacer una retrospectiva a la infancia y... Salió algo cómo lo que transcribo más abajo. Todavía estoy dudando de entregarlo... Suena demasiado naif, pero quizás suene aún más freak...
Lo que sigue a continuación, intentar imaginarlo en cepia:

La historia que tengo para contarles sucedió algunos años atrás, La misma, me marcó durante años, y en cierta forma, lleva parte de lo que soy.

Todo comenzó un caluroso día de verano. Una tarde en la cuál mi hermano intentaba convencerme para ir a jugar a los fichines.
-"Dale, vení" - me decía - Hay un juego que está buenísimo, te va a gustar, podés elegir a una princesa-.
Hay que aclarar que en ese entonces, yo cruzaba por esa tierna edad en la cual las princesas, los unicornios y las hadas rigen el mundo de fantasía. Esas palabras, que parecían salir de la boca de un diminuto Maquiavello, lograron su efecto: Horas más tarde, yo me encontraba colocando mi ficha a ese juego, que tan bien me había vendido.
Ahora bien, la historia no termina aquí, como bien dije en un comienzo, es algo más que trascendente.
Pues bien, estaba frente a la pantalla, y podía ver una serie de personajes, todos eran hombres, todos, excepto uno... una mujer, una luchadora de Kung-Fu que nada tenía de princesa.
Al principio, sentí un poco de bronca... ¡mi hermano menor me había extorsionado!
Igualmente mi atención se la había llevado el juego, como para pensar en el timo, pero no duró demasiado, ya que a mi lado, un chico dos o tres cabezas mayor que yo, colocaba su ficha, para retarme a duelo y seguir con mi juego.

Inmediatamente el temor se apoderó de mi, y la bronca también... Por mi cabeza me decía:
- ¡Uy! ¿y ahora?, ¡me va a ganar! ...Hmmmm Pero que le cueste-.

Misteriosamente gané, el rival, no contento con eso, puso otra ficha más, y luego otra, pero no había caso: no conseguía vencerme.
Luego, otro chico, bastante más mayor, intentó lo mismo y tampoco tuvo mejor resultado, aunque, después de dos intentos me venció.
Sin embargo yo estaba muy contenta, y muy impresionada. Acababa de conocer a una mujer que no esperaba a ser rescatada, peleaba y podìa vencer a otros hombres... Y también, conocí a una nena, que pudo vencer sus temores y a dos jugadores más experimentados.
Al día siguiente, me despedía de mis muñecas, mis princesas y mis hadas. Todos subían al gran cajón.
Hoy todavía conservo las figuras de colección, que con el tiempo me fueron obsequieando del personaje Chun-Li.

3 comentarios:

FAB dijo...

Épico. Atesoro mi primer memoria de SFII; pensé que era el único! (vi el spinning bird kick).
En cuanto a las mujeres que no esperan a ser rescatadas, a mí me pasó algo similar con Super Metroid. Después de completar la aventura, me enteré de que era una tipa. Ahí me di cuenta de un montón de cosas de la vida (todas buenas).
Volveré, con tiempo, en las próximas horas.
Saludos.

Gabriela dijo...

Muy biem lo que escribis.

Un punto en el que pasa igual en mi caso es que no me dejo llevar por las modas.

Me interesan las cosas que te hacen ver femenina, pero nunca sigo las marcas que estan de moda. Y hasta muchas veces algunos varones que se fijan mucho en eso entienden más de marcas de perfume o ropa que yo. jeje

Te dejo mi blog.

Que andes biem.. Suertess.

la bestia dijo...

El mundo siempre está en las manos de frikies. ¿Hitler era un "normalito"? ¿Y Jesús? ¿Y Susana Rocasalvo? No.