El té se termina de enfriar, los pies y las manos no tienen con qué mantener la temperatura. Los dedos se vuleven torpes, la taza se cae y se rompe y un pequeño pedazo de porcelana se tiñe de carmín. Los párpados se contraen, una lágrima se derrama.
-Debí haberme preparado un mate...
1 comentario:
Muy, pero muy bueno!!!
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